Friday, May 22, 2015

21 de mayo, 2015

Si al final de la fiesta la música se pone buena, uno queda con un recuerdo de la fiesta bueno y concluye que toda la fiesta estuvo buena.
Hoy el día fue espectacular porque término bien. 
Me vine en el carro desde el sur de Cali, donde había pasado todo el puto día con ese puto calor con unos pantalones pegados. 
En algún punto del día, entre el calor y el agobio que produce Cali en mi, me dio un desespero terrible. No entendía que hacer con Mariona, la pensé tanto que me dio dolor de cabeza. (Me da risa hasta pensar que algún día alguien va a leer esto) ( quiero aclarar a aquel lector curioso y desocupado que puedo ser yo mismo en un futuro que Mariona no es todo lo que pasa en mi vida en este momento, tengo proyectos grandísimos que estoy seguro que van a cambiar mi vida de aquí a poco, sólo que Mariona y lo que paso con ella es el reto emocional más grande por el que estoy pasando en mi vida y me quiero enfocar en narrar esta historia de mi vida porque estoy seguro que de esto se vendrá algún entendimiento más profundo aún) 
Continuando con el desespero en el carro, mientras hacia un semáforo, levanté mis manos y grite "si la quiero y qe putas! No hago sino pensar en ella y esperar que me escriba" ese grito que venía desde adentro fue como tirar la toalla con ella y dejarme ir. 
Después, se me alumbro el bombillo, pensé ya que no puedo disfrutarla a ella, puedo disfrutarme a mi mismo. Estar sólo tiene más cosas buenas que malas, me puedo conocer más, disfrutar de mk libertad. Que yo vuelva a ser el mejor compañero mío a donde yo vaya. Que yo pueda ser espontáneo, ser mi mismo, y emprender ese camino nuevamente fuera del ego hacia el autoestima. 
Esta es una oportunidad para aprender cosas nuevas, ya que tengo muchísimo más tiempo para mi, puedo aprender otra vez a sentirme pleno escuchando a mis virtudes y siguiendo mi corazón, puedo otra vez volver a mi centro para que de ahí nadie me mueva, y en el camino conóceme más.
El día término cuando yo manejaba devuelta a buga, sólo y escuchando música a todo volumen y cantando. La luna y una estrella me acompañaban a mi izquierda y yo cantaba desprendido de todo sentimiento, agradecido por lo que había pasado con ella pero gozando me de tenerme a mi mismo de vuelta. Que rico tener problemas en la vida, por más pequeños que sean. Que rico amar a alguien así no sepa si soy correspondido o no, que rico emprender este camino de conocerme a mi mismo y gozarme cada vez más y más. 
Amo la vida, amo respirar, amo escribir 


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