7 de junio 2015. Guayabo, beso robado

Bueno, es verdad que esto de escribir un diario puede ser un ejercicio muy bacano a veces se torna en una tarea rutinaria. En especial cuando estoy cansado, ya acostado en la cama, viendo un programa de tv interesante o con algo que distraiga mi atención en lo más mínimo. 

Esta mañana me levanté cansadisimo, con un guayabo y una sed increíble. Mal parido trago.

En fin, hice tantas cosas pero no se de que escribir.

Fuimos a la finca de Jorge, hicimos un asado con ana fernanda, luza, vaca, una prima de ana Eder, mi hermano y Felipe. 

Ordeñe una vaca y jugamos un partido de fútbol. También hice una siesta, y mientras dormía escuche que se acercaba alguien, me quite la camisa que me cubría los ojos para esconderlos de la luz y vi que Diana venía. Por cosas de la vida, inconscientemente la abrace, se me acostó encima y nos dimos un beso. 

Jmmmm... Exacto, tengo ya ese dilema mental.

Ya ni siquiera se que pensar acerca de esa novela que tanto me torturaba hace unas semanas. Quizás esto sea una prueba de esa ley de la vida tan cierta que dice que todo cambia y nada permanece. 

A veces pienso a Mariona, y me gusta pensarla. Sin embargo, ya no se si quiero volver a estar con ella. Ojalá cuando la vea cambie de opinión porque mucha mamasita! 

La vida es sabía, es maravillosa, nos libera de cosas para que tengamos una mejor experiencia. Y nos da cosas para que tengamos mejores herramientas para disfrutarla.

La vida es perfecta como es, sólo hace falta ver las cosas desde otro punto de vista.