Los únicos que me escuchan y hasta ahora no me han juzgado.
Por aquí vuelvo a estas tierras del silencio reflectivo y la escritura diaria.
A veces me desespero tanto conmigo mismo que me voy al baño y me hago el amor. A veces con una y a veces con la otra. A veces con sus fotos y a veces con otras de internet.
Aquí estoy como solo acompañado envuelto en la rutina, de la que me gusta y la que me cansa a la vez.
Cuando acaba el día, y me doy cuenta que me ha rendido me siento bien, cuando he entrenado me siento bien, cuando nos despedimos enamorados me siento bien.
A veces sin embargo, no la entiendo. Entiendo que ella pasa por momentos difíciles allá en su casa y que esta estresada con su trabajo y con no poder entrenar bien. Entiendo que también me extraña y que también se siente sola . Porque a veces pido que sea mas expresiva conmigo?
Me siento solo, es como aprender a conocerme a mi mismo otra vez.
Me envuelvo en inseguridades muy sutiles de vez en vez, tan sutiles que soy capaz de ignorarlas y entender quien soy.
Llevo ya varios días meditando y me comienzo a concentrar más fácil y a conocerme mejor a mi mismo. Repito, a veces me da por reclamarle a ella por atención y cariño, lo que resulta en todo lo contrario.
Entonces no se, si jugar con sus formas de pensar haciéndome desear más, o ser simplemente sincero y yo mismo.
Es un balance... Como todo en la vida y que hacer siempre es una cuestión muy grande.
Tampoco me siento muy seguro y poderoso como el verano pasado con el sexo. Quizás pasa lo mismo, no he sabido seducirla y evoco todo lo contrario, agobio.
Equilibrios, equilibrios, equilibrios....
Pero yo no quiero rendirme en ella. Nunca lo quisiera
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