Día 2 del reto conmigo mismo

Hoy me levante con ganas y con menos ansiedad. Es como si ayer me deshice de un peso al haber aceptado que no estaba confiando en mi mismo. 

Esta mañana me levante temprano, estudie un poco para el examen y después fui a correr por 20 minutos. Mientras corría, sin embargo, escuche varios vídeos motivacionales. Yo no creía mucho en esas cosas porque generalmente es un efecto a muy corto plazo. Hoy, en cambio, necesitaba escucharlo. 

Necesitaba escuchar que yo podía conquistarme a mi mismo. Necesitaba escuchar que era posible, y que iba a ser difícil. Necesitaba recordarme que iba a tener momentos de lagrimas y de dolor. Pero sobre todo, necesitaba escuchar que eso hacía parte del camino y del cambio. Mientras corría más rápido porque El Niño dentro de mi frunjia el ceño y miraba hacia adelante con determinación, me iba sintiendo más motivado. Entonces pensé, y decidí, que nunca me voy a rendir. Que esto no se acaba hasta que se acaba. Que todavía falta mucho tiempo y que voy a it all in. Voy a saltar al vacío. Voy a decirle que no a las cosas que me roben la energía y me distraigan de esta batalla contra mis miedos.

Deje de un lado la idea de ayudarle a todos los small businesses porque me estaba distrayendo. Y lo del café, si me esta distrayendo. Lo tendré que dejar para después de nacionales. 

También pensé que cada caída me hace parar más fuerte y más determinado. Me estoy parando señoras y señores. Me estoy parando desde adentro.

Con paciencia, confianza en mi mismo, y entreno duro, yo sé que lo puedo conseguir. 

Animo lucas 

Te amo lucas

Hace tiempo no escribía. Casi 4 meses. Querido lucas del futuro, yo que te escribo solo cuando necesito desahogarme doy una mala impresión de mi pasado.

Quiero, entonces, que asumas que cuando no escribo es porque todo va de maravilla.

Y no es que algo ande mal. El cielo esta gris y frío. Pero puedo ver sus colores y puedo sentir el viento frío en mi cara. Tengo un techo donde sentir calor y una novia (Mariona) que me ama muchísimo. Me quiere, me cuida y me anima como nadie más lo hace. Y eso sí son noticias para este diario del futuro. Mariona y yo hemos aprendido a confiar el uno en el otro, a tener nuestros espacios, a hacer cosas diferentes, a reírnos de los problemas, a no tomarnos enserio y a escuchar mejor. Con ella, todo va de maravilla.

Y yo, estoy bien. Me siento un poco triste en este momento y por eso quise escribir. Es algo normal, quizás es del frío y de la oscuridad de las nubes.

Quizás la impaciencia de que la vida no va como yo quiero hace que mi percepción del mundo sea ansiosa y estresante. Entonces dejo de escuchar el viento y el sonido de los pájaros cantar se esconde detrás de los pensamientos que aturden mi cabeza.

Y ese fuego que se enciende dentro de mi cuando soy yo mismo se esconde tímidamente, regañado, por los juicios injustos de mi propia mente que repiten una y otra vez, "soy un perdedor" 

Y si, cuando lo escribo lo siento. Siento como ese cuerpo poderoso, sabio, lleno de amor, hecho a imagen y semejanza De Dios mismo agacha si cabeza y se esconde dentro de mi. Entonces la relación entre mi cabeza y mi cuerpo se hace distante. Casi inversamente como la relación que tengo en este momento con Mariona. Curioso pensar eso.

Sin embargo me siento generalmente feliz, creativo, y con ganas infinitas de servirle al mundo y a las personas que me rodean.

El miedo a perder, sin embargo, hace que me esté perdiendo a mi mismo. 

Quiero seguir visitando este diario, para contarte lucas, como es que voy a salir de esta situación. Como hoy, estando abajo, caminare hasta lo más alto que la vida posiblemente me lo permita. 

Como la única victoria que ganare será la más importante de mi vida, esa conmigo mismo. Y quiero que nunca te olvides lucas, de ese coraje que aprendimos de los días que vendrán. Porque a mí me tumbara la vida mil veces que siempre me parare una vez más.

Porque cada derrota es un aprendizaje y cada vez que me pongo de pie es un acto de amor por mi mismo y por los que me rodea. Te amo lucas, y te hablo a ti a ese niño interior sabio, que habla con sentimientos y no sabe pronunciar palabras. A ese que nada sonriendo cada vez que se tira a una piscina, a ese que no se lleva el método de nada y todo lo hace por mero acto de espontaneidad.

Te amo, perdóname por no creer en ti, te prometo que confiaré en tus capacidades